Países Bajos y sostenibilidad: el modelo público-privado

Netherlands and wind energy
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Lograr aunar la colaboración público privada con políticas de desarrollo sostenible y desarrollo resiliente frente al cambio climático con un claro enfoque centrado en las personas o como la UNECE lo explica, People First Approach, me parece un ejercicio complejo. Parece que los Países Bajos están trabajando desde hace ya varios años en un plan con resultados de los que aprender. 

Los Países Bajos son reconocidos mundialmente por su enfoque innovador en sostenibilidad y desarrollo económico. A través de una serie de Asociaciones Público-Privadas (PPPs), el país ha logrado llevar a cabo proyectos de gran escala que no solo promueven el desarrollo económico, sino que también tienen un profundo impacto en la transición energética, la gestión del agua y la economía circular. Estos proyectos no solo destacan por su magnitud, sino también por su capacidad para integrar a los sectores público y privado en la búsqueda de soluciones sostenibles que enfrentan los retos del cambio climático y la escasez de recursos.

Los precursores de este modelo de colaboración incluyen agencias gubernamentales como Rijkswaterstaat y empresas de renombre en sectores como la energía eólica y la tecnología verde, que han sido fundamentales para el éxito de los proyectos.

¿Por qué es un caso interesante de estudio?

Los Países Bajos son un laboratorio de sostenibilidad en el que se testan nuevas soluciones para enfrentar los problemas ambientales del siglo XXI. Su modelo de colaboración público-privada ha sido replicado por otros países, convirtiéndolos en un referente global. 

Además, la necesidad de adaptarse al cambio climático y proteger su infraestructura, dada la geografía del país, ha impulsado una cultura de innovación en la gestión del agua, las energías renovables y la economía circular. En este contexto, los Países Bajos han sido pioneros en proyectos que integran soluciones de infraestructura verde, parques eólicos offshore y tecnologías de hidrógeno, todos ellos sostenibles y rentables.

El papel del gobierno y los precursores del modelo de PPP

El gobierno holandés ha sido un actor clave en la promoción y desarrollo de estos proyectos sostenibles, proporcionando incentivos fiscales, creando marcos regulatorios amigables con las inversiones verdes y estableciendo alianzas estratégicas con el sector privado. Rijkswaterstaat, la agencia gubernamental encargada de la gestión de infraestructuras, ha jugado un papel central en la ejecución de proyectos como las autopistas con energía solar y la gestión del agua.

Las empresas privadas también han sido fundamentales. Vattenfall, Northland Power y Siemens son algunas de las grandes empresas que han impulsado proyectos eólicos offshore, mientras que Shell y Tesla han estado involucradas en el desarrollo de infraestructura de carga para vehículos eléctricos en ciudades como Ámsterdam.

Contexto económico de los Países Bajos

Para comprender mejor los logros de los Países Bajos en sostenibilidad, es importante considerar su situación económica. En términos de Producto Interno Bruto (PIB), los Países Bajos son una de las economías más grandes de Europa, con un PIB de aproximadamente 902.6 mil millones de dólares en 2023, según el Fondo Monetario Internacional. El país tiene una de las economías más abiertas del mundo, con una gran dependencia del comercio internacional, especialmente en sectores como la tecnología, la energía y la logística.

El sector de la energía es crucial para la economía holandesa, y con la transición energética hacia fuentes renovables, los Países Bajos se posicionan como un líder en energía eólica offshore y hidrógeno verde. Esto no solo ha promovido la sostenibilidad, sino que también ha creado nuevas oportunidades económicas en sectores innovadores.

Datos económicos clave:

  • PIB per cápita: Aproximadamente 53.000 dólares (2023).
  • Tasa de desempleo: 3.5%, una de las más bajas de Europa.
  • Sector energético: Con un fuerte enfoque en energías renovables, los Países Bajos se han comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.

1. Infraestructura sostenible

  • Rijkswaterstaat ha implementado varios proyectos que promueven la eficiencia energética y la adaptación al cambio climático:
  • Autopistas con energía solar: Las autopistas con paneles solares pueden generar hasta 6,5 MW de energía renovable al año, alimentando las propias instalaciones de la infraestructura, como estaciones de servicio y sistemas de señalización. Esto contribuye a la reducción de las emisiones de CO₂ de la infraestructura vial. Hay varias compañías que están trabajando en distintos países en este tipo de vías. 

 

Por el momento, los resultados no han sido tan buenos como se esperaba debido entre otros motivos a los elevados costes de mantenimiento.  Existen unas pocas compañías y gobiernos como el Coreano que están investigando sobre tecnologías de carga inductiva dinámica de vehículos eléctricos como el caso del sistema OLEV, un sistema de carga para vehículos eléctricos desarrollado por el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST). En lugar de depender de baterías grandes o estaciones de carga convencionales, este sistema permite que los vehículos se recarguen mientras están en movimiento a través de un proceso llamado carga inductiva dinámica

 

  • Puentes y túneles energéticamente eficientes: El uso de iluminación LED y el monitoreo inteligente de los sistemas energéticos ha permitido una reducción de 50% en el consumo de electricidad en infraestructuras viales como puentes y túneles.

Impacto Sostenible: A través de estos proyectos, se han reducido las emisiones de CO₂ y se ha mejorado la eficiencia energética de las infraestructuras clave del país.

2. Energía renovable y transición energética

Proyecto Gemini:

  • Producción: El parque eólico marino Gemini genera 2,6 TWh de electricidad anualmente, lo que equivale a aproximadamente el 25% de la capacidad de energía eólica en los Países Bajos.
  • Reducción de CO₂: Este proyecto ayuda a evitar la emisión de 1,25 millones de toneladas de CO₂ al año.

Proyecto Hollandse Kust Zuid:

  • Primer parque eólico offshore sin apoyo económico del mundo: Este proyecto también es pionero al ser financiado completamente sin la necesidad de préstamos y atudas gubernamentales, lo que demuestra la viabilidad económica de los proyectos de energías renovables a gran escala.
  • Impacto: Se espera que produzca suficiente energía para abastecer a aproximadamente 1,5 millones de hogares.

 Proyecto NortH2 (Hidrógeno verde):

  • Objetivo: Se espera que este proyecto pueda producir 3-4 GW de hidrógeno verde a partir de energía eólica marina para 2030, lo que contribuirá significativamente a la transición energética y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles en sectores industriales.

3. Economía circular y residuos cero

Green Deals:
El Programa Green Deals tiene como objetivo principal reducir los residuos y mejorar la eficiencia en el uso de recursos. Más de 500 empresas han participado en estas iniciativas, lo que ha llevado a una notable reducción de residuos en sectores como la construcción y el reciclaje.

Circular Plastics Alliance:

  • El proyecto ha logrado un incremento del 30% en la reutilización de plásticos en las industrias asociadas.
  • Impacto: Ha contribuido a reducir la cantidad de plástico que termina en vertederos, ayudando a avanzar hacia la economía circular.

4. Ciudades inteligentes y movilidad sostenible

🔹 Plan de Movilidad de Ámsterdam:

  • Bicicletas: Se ha logrado un 25% de aumento en el uso de bicicletas en Ámsterdam, reduciendo la dependencia de vehículos de combustión y promoviendo el transporte sostenible.
  • Transporte público eléctrico: Se han implementado 200 autobuses eléctricos en Ámsterdam, lo que ha permitido una reducción de 15.000 toneladas de CO₂ al año.
  • Infraestructura de carga de vehículos eléctricos: Actualmente, Ámsterdam cuenta con más de 2.000 estaciones de carga para vehículos eléctricos, con la participación de empresas como Shell y Fastned.

🔹 Proyecto Hyperloop European Center:

  • Aunque aún en fase de investigación, el Hyperloop promete revolucionar el transporte en Europa, con el potencial de reducir el consumo energético en hasta un 70% en comparación con los trenes de alta velocidad tradicionales.

5. Gestión del agua y adaptación Climática

Programa «Room for the River»:

  • Impacto: Ha mejorado la resiliencia del país ante inundaciones, reubicando diques y creando más de 5.000 hectáreas de áreas de retención de agua.
  • Beneficio en términos de sostenibilidad: Ha mejorado la biodiversidad y ha reducido el riesgo de inundaciones a largo plazo, protegiendo tanto a la población como a la infraestructura crítica.

Proyecto «The Sand Motor»:

  • Resultados: Ha permitido la regeneración natural de más de 20 millones de metros cúbicos de arena para proteger las costas de los Países Bajos.
  • Beneficio ecológico: La regeneración de playas ha fomentado un aumento en la biodiversidad y en la protección de hábitats costeros naturales.

¿Es suficiente el enfoque de los Países Bajos?

El enfoque de los Países Bajos hacia el desarrollo sostenible a través de las asociaciones público-privadas (PPP) proporciona un modelo para otros países que buscan integrar el crecimiento económico con la resiliencia climática.

Si bien los Países Bajos han logrado avances significativos en sostenibilidad, es importante comprender el papel que juegan las ideologías políticas en la configuración de estas políticas. Un ejemplo destacado es el VVD (Partido Popular por la Libertad y la Democracia), un partido liberal de derecha que ha adoptado la sostenibilidad, aunque de una manera que se alinea con su agenda económica más amplia. Aunque el VVD históricamente ha defendido los principios del mercado libre, su impulso hacia la sostenibilidad ha sido impulsado en gran medida por la urgente necesidad del país de adaptarse al clima, más que desde un punto de vista puramente ambientalista.

El enfoque del VVD subraya una visión pragmática y orientada al mercado de la sostenibilidad, donde el enfoque a menudo está en encontrar soluciones que sean tanto económicamente viables como necesarias para la supervivencia de sectores clave, especialmente la infraestructura y la energía. Esto ha llevado a inversiones en tecnologías verdes, como los parques eólicos marinos y las soluciones de energía renovable, no necesariamente por un compromiso ideológico con el ambientalismo, sino más bien como un medio para asegurar el futuro del país frente a los desafíos climáticos.

Esta perspectiva destaca una dinámica importante dentro de los esfuerzos de sostenibilidad de los Países Bajos: aunque los objetivos ambientales son centrales, a menudo se enmarcan dentro del contexto de la resiliencia económica y la necesidad de adaptarse al cambio climático. Por ejemplo, los proyectos destinados a reducir las emisiones de carbono y mejorar la gestión del agua son tanto una cuestión de salvaguardar los intereses económicos como de protección ambiental. De esta manera, las políticas del VVD han combinado el pragmatismo económico con la necesidad de un desarrollo sostenible, asegurando que la adaptación al cambio climático siga siendo una prioridad sin comprometer el crecimiento económico.

Así, aunque la postura del VVD sobre sostenibilidad pueda diferir de las políticas medioambientales más ideológicas, sigue contribuyendo al éxito más amplio de los Países Bajos en la integración de la sostenibilidad con la colaboración público-privada. Sin embargo, también plantea preguntas sobre el equilibrio entre las soluciones impulsadas por el mercado y los cambios más profundos y sistémicos necesarios para abordar la crisis climática a largo plazo.

A pesar del progreso realizado por los Países Bajos en el ámbito de la sostenibilidad a través del modelo de Asociaciones Público-Privadas (PPP), que ha permitido la implementación de proyectos a gran escala en áreas como la transición energética, la gestión del agua y la economía circular, las propuestas de otros partidos de izquierda son mucho más ambiciosas. Partidos como GroenLinks y el Partido Socialista (SP) buscan ir más allá de la colaboración público-privada y abogan por una transformación radical en la política ambiental, con un enfoque más rápido y profundo para abordar los desafíos del cambio climático y la justicia social. Mientras que el enfoque del VVD se ha centrado en una transición más gradual y pragmática, los partidos de izquierda han propuesto objetivos de descarbonización más agresivos y una mayor inversión en energías renovables, haciendo hincapié en la necesidad de una transición justa y equitativa que priorice tanto la sostenibilidad ambiental como el bienestar social.

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